Adquirir una caldera de gas natural es una de las mejores inversiones que se pueden hacer hoy en día ya que los precios actuales son bajos y asequibles para todo tipo de familias. La caldera de gas le permitirá disfrutar de agua caliente sin interrupciones y de una calefacción eficiente. Para ello, Gas Natural Fenosa ofrece un catálogo con una amplia oferta para cambiar de caldera o para comprar la primera caldera de gas de su hogar.
La instalación de la caldera de gas natural es, además, rápida y sencilla, por lo que las molestias son mínimas. Nuestros técnicos son profesionales eficientes y agradables capaces de dejar terminado el trabajo en un solo día. Además, desde este momento ofrecemos una ventaja inigualable y es que con la compra de cualquiera de los tipos de caldera regalamos la instalación, por lo que ya no hay excusa para dejar a un lado todas aquellas fuentes de calor que han quedado obsoletas.
Una caldera de gas es un cubículo en el que se calienta el agua que después utilizaremos en nuestros hogares para ducharnos, lavar o calentarnos a través de los radiadores. Estas calderas calientan el agua quemando gas natural, proceso muy sencillo que contribuye a la eficiencia energética y que tiene como resultado una fuente de calor potente y eficaz.
Este mecanismo, normalmente metálico, permite manipular la temperatura, la rapidez en la combustión y la potencia con la que queremos que el gas caliente el agua. Hay varios tipos y multitud de marcas de calderas que según el fabricante y el proveedor presentan unas particularidades u otras, aunque todas ellas tienen en común la existencia de un quemador, en el que se puede observar la llama, y de una chimenea, por la que se expulsan los gases resultantes de la combustión. Dependiendo del precio, cada una ofertará un nivel de prestaciones distinto, sin embargo, existen calderas baratas que ofrecen buen servicio, por lo que es preciso contemplar todas las opciones existentes en el mercado antes de efectuar la compra.
Hay dos tipos de calderas, entre las cuales básicamente distinguimos las de condensación y las convencionales. Entre ambas existen diferencias notables y a continuación pasamos a definirlas:
El proceso de transición de una caldera tradicional a otra de condensación es interesante para Gobierno, fabricantes, proveedores y clientes. Todos ellos salen beneficiados de este cambio ya que se consigue dinamizar el sector, disminuir la emisión de gases contaminantes y abaratar el precio en la factura de gas. Por ello, se ha lanzado un Plan Renove que incite al consumidor a cambiar de caldera.
Este plan subvenciona la compra de calderas de condensación con el fin de retirar todas aquellas calderas tradicionales que funcionan todavía en multitud de hogares españoles. Así, el Gobierno prohibió en 2015 la fabricación de calderas convencionales y cada comunidad autónoma dota de una cantidad económica distinta a todo aquel consumidor que apueste por el cambio y que incluya la condensación en su forma de consumir gas natural. Las diferentes marcas de calderas también animan a este cambio e incluyen descuentos en este tipo de calderas para incitar a su uso.